Día 1 - De Valladolid a Tokyo

Siempre que viajamos hacia el Este, tenemos nuestra percepción de que nuestro día es más corto, puesto que el sol viaja en contra nuestra (vamos hacia su encuentro) y eso hace parecer que casi no vieramos la luz del día.

Era el día de año nuevo y nos dirigimos con bastante sueño hacia el primer tren que salía de Valladolid rumbo hacia Madrid.

Ya había aprovechado la noche de Nochevieja, para irme acostumbrando a lo que sería mi nuevo uso horario, por lo que decidí trasnochar e intentar dormir en el viaje cuando me fuera tocando :)

Una vez en Madrid, cogí el cercanías para llegar a la T4 y desde allí me dirigí a la T2, de donde salía mi vuelo con Alitalia rumbo a Tokyo, con escala en Roma. Como ya os comenté en los preparativos, creo que hubiera sido más acertado ir a Kyoto directamente, pero es lo que había :)



Una vez facturados, me dedico a estirar algo las piernas, si bien no tengo excesivo tiempo antes de que saga mi avión rumbo a Roma.

Nos montamos en el avión, y este primer vuelo, se hace bastante llevadero (no en vano es el tramo más corto de unas dos horas). Además me paso el vuelo pensando si aquellos japoneses que vuelan conmigo desde Madrid, estarán también dirigiéndose hacia su país de origen, o por el contrario, se hayan explorando diferentes países de Europa.

Una vez llego a Roma, busco rápidamente la puerta de embarque por la que saldremos a Japón y empiezo a verme rodeado de japoneses. Tanto es así, que creo que soy prácticamente el único occidental de esa zona de embarque, y empiezo a sentir realmente que el viaje está dando comienzo.

Nos embarcamos, y una vez a bordo, veo por qué aunque Alitalia era una opción que me gustaba para ir (porque era un vuelo de dos horas, con otro de once horas), puede que en realidad esas once horas se me hagan agotadoras debido a lo mal que parece funcionar la pantalla y sus pocas posibilidades, donde supuestamente debo entretenerme durante las siguientes once horas en el avión.

La comida no está mal, si bien he comido mejor en otras aerolíneas, pero la variedad de películas, juegos y series, además de ser muy cortas y tener muy pocas con subtítulos en inglés, (no hablemos en castellano o dobladas), sorprendentemente funciona muy mal. La mitad de las veces se cuelga, y es imposible poder hacerlo funcionar con la fluidez que esperamos de un sistema que nos va a dar algo que hacer durante un vuelo tan largo.

Por suerte, me entretengo parte del camino durmiendo cuando me toca (hemos salido sobre las 2 de la tarde de Roma y llegaremos a primera hora de la mañana hora de Japón, como siempre tratando ya de habituar al cuerpo a dormir cuando en teoría es "de noche" hacia donde viajamos.

Ya en los últimos tramos del viaje, me entretengo repasando todos los mapas y planificaciones que he trazado desde España para cada día, y cada vez con más ganas de bajar del avión para visitar ese sitio que quiero conocer ya... ¡Japón!

En mi caso, para poder emplear mejor los mapas, dado que no estaba disponible la zona de Japón para descarga offline en Google maps, lo que hice fue añadir como lugares favoritos todos los sitios por los que pensaba irme moviendo día a día (de hecho me hice varios mapas en My Maps), y empleé el truco de ir explorando cada mapa con suficiente zoom cuando tenía conexión en los hoteles/aeropuertos/etc, para poder visualizar suficiente detalle, a pesar de no poder descargarlos.

En las siguientes entradas iréis viendo todos los templos/rutas que tenía apuntados para cada día, lo que aunque no siempre seguía al pie de la letra, me hacía más sencillo organizarme allí para aprovechar el tiempo.