Es normal debido a la época que estamos viviendo con el COVID-19, que echemos la vista atrás y pensemos en todos los buenos viajes que hemos realizado y en todos esos destinos que nos quedan por visitar.
Por eso y para alegrarnos un poco el día, me gustaría recomendaros un destino en el que pasamos las últimas vacaciones Claudia y yo: Lanzarote!
Para los que no sean españoles y probablemente no la conozcan, esta preciosa isla se encuentra en el archipiélago canario, y debido a su situación el clima es bastante estable a lo largo de todo el año (aunque en invierno es posible que esté el agua demasiado fría para los más frioleros).
Nosotros decidimos ir a finales de Septiembre para relajarnos, cuando empezaba ya a descender mucho turismo y además no había niños debido a que habían empezado el cole. El turismo que nos encontramos era más mayor que nosotros, sobretodo europeos franceses y alemanes que iban a acabar las vacaciones allí.
Nos alojamos en el hotel Aequora Lanzarote Suite situado en Playa del Carmen (se puede llegar andando en menos de 5 minutos) y nos gustó la tranquilidad tanto de la playa, como dentro del hotel donde no teníamos problemas a la hora de coger tumbona en la piscina.
Nos hospedamos con todo incluido, así que os podéis imaginar lo bien que nos alimentamos y bebimos todos los días. Además todas las noches había espectáculo y el equipo de animadores del hotel era francamente genial.
Nuestra idea era pasar una semana por allí, dedicarnos a descansar la mayoría de días, pero algún día hacer una excursión, por lo que alquilamos un coche para cuatro días a un precio muy competitivo en Cabrera Medina con seguro a todo riesgo y no tuvimos ningún problema.